¡Bienvenido, bienvenida! Esto es ‘Mazo de hambre’. Mi particular rinconcito de internet donde contarte lo que como o donde voy a comer. Espero que, con lo que te cuento en estas líneas, no te quedes con hambre de información 😉
Mazo de hambre. Por dios, qué título
Soy Salva Doménech. Periodista, politólogo, profesor de informática para ciegos, y ciego. ¿Por qué comento esto último? Por nada en particular, de momento. Pero sí que forma parte de mí y sería tontería no comentarlo.
‘Mazo de hambre’ surge de mi necesidad de buscar bares buenos y baratos (lo de bonitos, ya tal) en los que mi economía de estudiante, primero, de trabajador precario, después, permitieran que saliera a comer, cenar, tomar unas cervezas, desayunar, cenar o merendar, tomar un café casual, lo que fuera, con amigos, pareja, tíos de puntos lejanos de España, con quien fuera, en Madrid, sin arruinarme. Y, aunque hay otros sitios, y hay otras personas que hacen esto, creo que muchas veces se quedan en la superficie, olvidándose que hay Madrid fuera de la M-30. De hecho, hay mucho, muchísimo más Madrid fuera de la M-30.
Como quiera que mis circunstancias, primero, y no podérmelo permitir, después, hayan hecho que en el tiempo que llevo en esta ciudad siempre haya vivido fuera, creo que es de justicia enseñar las joyas que se encuentran más allá de los cuatro barrios de moda. ¿Dónde? En este blog.
Ahora, el nombre. Esto se llama ‘Mazo de hambre’ por algo muy sencillo. Iremos del final al principio. ¿A qué va uno a un bar? A beber, puede ser. Pero también a comer, digo yo. Y de ahí el hambre, y saciarla. Y, claro, si estamos en Madrid, ¿hay alguna palabra que defina más a los madrileños que cuando un “mucho” o un “muchísimo” no les llega? ¡Pues eso!
Si recuerdas, antes te hablaba someramente de que soy ciego. ¿Por qué lo decía y por qué lo saco a colación ahora? Porque un blog donde predomina el texto, donde quizá no haya muchas fotos de los bares y de la comida que comamos en ellos te puede resultar raro, así que tengo que justificarlo. Pero, ¿acaso no vas a un bar a comer en lugar de a mirar? Lee, entonces, y la experiencia de encontrarte con la comida que te cuento, ya te la encontrarás cuando llegues.
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