Si por algo destaca el Casco Antiguo de Vicálvaro es por su buen ambiente a causa de los universitarios. Y, precisamente los universitarios, que durante el invierno pueblan el barrio y en verano desaparecen, son quienes mantienen vivos la tremenda cantidad de bares que hay en esta parte de uno de los distritos de Madrid que más a las afueras se encuentra. Así que hoy vengo a hablar del Bar Calavi, que, junto a la cafetería de la URJC y el 100 Montaditos, fue uno de los sitios donde más tiempo pasamos con mis compis cuando no íbamos a clase mientras estudiábamos la carrera.
Bar Calavi de Vicálvaro
- Nombre: Calavi 1
- Terraza: sí
- Tipo de comida: española
- ¿Destaca por?: terraza
- Desventajas: interior caluroso
- Pago: en efectivo y con tarjeta
- Dirección: P.º de los Artilleros, 29, posterior – 28032 Madrid (Madrid)
- Metro más cercano: Vicálvaro (l9)
- Teléfono: 917 76 20 33
Buscando por internet para hacer el post, me encuentro con que ahora el ‘Bar Calavi’ de toda la vida se llama ‘Calavi 1’, y que hay otro en la calle Villacarlos, a pocos metros de este. Sea como fuere, sea el originario el que sea, el caso es que yo conocía este.
Calavi podía vanagloriarse, y puede seguirlo haciendo, en realidad, de ser el bar que pone los bocadillos más grandes de posiblemente todo Madrid. Y también lo hace con las raciones. Y, por si fuera poco, sus precios son bastante bajos. Así tiene que ser, claro, teniendo en cuenta el barrio que es, donde la mayor afluencia de público es, o bien estudiantes, o bien parroquianos de toda la vida, ya sumidos en la tercera edad. Y no es problema, en absoluto, pues los bares de referencia de yayos y camioneros son donde mejor se come, absolutamente.
Y esa premisa es la que cumple Calavi. Así, y aunque cambió de dueños un poco antes de la pandemia, creo que bastante para mejor, sigue ofreciendo la misma calidad de antes e incluso más, y poniendo maravillosos aperitivos con las bebidas y unos menús diarios muy “apañaos”.
Por si fuera poco, al estar en un pasaje, tiene una terraza en la puerta donde, incluso en invierno, se está a gusto, al estar resguardado. ¿Qué no me crees? No hay problema. Porque puedes ir a Vicálvaro, te das un paseo para descubrir sus calles, que parecen de pueblecito manchego, y luego te tomas una cerveza y unas bravas.
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